POR : Alejandra Durán Fdez.
El desapego es uno de las principales accesos para conseguir la tranquilidad espiritual, bienestar y felicidad, aunque es algo sumamente difícil de seguir. El apego es una expresión de inseguridad.
No debemos tener apego a las cosas,esto no quiere decir que renunciemos a nuestras metas, no renunciamos a la intención , sino al interés por el resultado, así nos desligamos del deseo q casi siempre confundimos con la necesidad, ya que esto nos lleva a buscar metas que al final no nos satisfacen. El apego se basa en el miedo a la perdida y la inseguridad
Al sentir inseguridad nos apegamos mas (a las cosas, personas, situaciones), y esto no solo afecta nuestra estabilidad emocional, también nos crea patrones de conducta disfuncional.
Nuestra cultura nos ha enseñado la falsa creencia que para tener seguridad debemos atesorar bienes materiales (ropa, casa, automóviles), muchas personas mientras mas dinero poseen, mas inseguras se sienten porque es una tranquilidad efímera. Si dejamos el apego a lo conocido, podremos descubrir lo desconocido, buscando nuevas experiencias que alimenten nuestra vida y por ende somos mas felices.
Al tener desapego no quiere decir que no tengamos metas. Las metas son muy importantes para marcar la dirección en que avanzaremos, ya que hay infinitos caminos para llegar y podemos cambiar de dirección cuando lo deseemos. De esta manera no forzamos soluciones para los problemas, ya que nos mantenemos atentos a las oportunidades, esperando pacientemente, te abrirás a una amplia gama, con la que se sufres menos y creces mas como persona. Según el budismo cada problema encierra una oportunidad que conlleva a su vez un beneficio. Teniendo apego intentamos forzar la solución y desaprovechamos las oportunidades porque nos centramos en lo negativo.
Solo Recuerda que: “Todas las cosas a las que te apegas, y sin las que estás convencido que no puedes ser feliz, son simplemente tus motivos de angustia. Lo que te hace feliz no es la situación que te rodea, sino los pensamientos que hay en tu mente…”
Adriana
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