POR: Alejandra Duran Fdez
Existen diferentes tipos de piel, cada uno con características y propiedades únicas. Para que tu piel se conserve sana y con un aspecto agradable debes cuidarla de acuerdo a sus necesidades, por lo que es importante aprendas a identificar y conocer la piel de tu rostro, y cuáles son los cuidados más apropiados para mantenerla siempre con un aspecto aspecto juvenil, fuerte y revitalizada. El tipo de piel en gran parte está determinada por características hereditarias pero también depende de tu nivel de hormonas y de tu estilo de vida. Es muy sencillo identificar la piel que tiene tu rostro, solo basta con observarte y ver qué características presenta. Existen varios tipos y son: la mixta, la seca, la grasa, sensible y la normal.
PIEL MIXTA:Se le llama así porque es una combinación de dos tipos de piel: la normal- seca y grasa o con impurezas. Si tu piel tiene un aspecto brillante y tiende a tener impurezas como puntos negros , sobre todo en la zona T (frente, nariz y barbilla) ,y en la zona de las mejillas es más seca, entonces tu piel es MIXTA. Para lograr un equilibrio hídrico natural en tu piel, es necesario utilizar un producto específico para tu tipo de piel.
PIEL SECA: Este tipo de piel carece de hidratación y lípidos (grasa), por lo tanto es más tirante, menos elástica y en algunas ocasiones tiende a picar. Es susceptible a los factores ambientales externos como las bajas o altas temperaturas y con frecuencia reacciona irritándose. Así que si tu piel tiene un aspecto áspero y escamado, la sientes estirada, y en ocasiones te pica, tu tipo de piel es SECA. Si utilizas cremas para piel seca lograrás hidratar tu piel y fortalecer las barreras de protección natural de la misma.
PIEL GRASA:La piel grasa tiende a producir más sebo del necesario, esto puede ser debido a al estrés, predisposición genética o fluctuaciones hormonales .Por lo que si tu piel brilla, tiene poros de gran tamaño, y tienes impurezas como granos y espinillas, entonces tu piel es GRASA. Con productos dirigidos a piel grasa o mixta puede lograr una buena limpieza y restituir el equilibrio para la piel.
PIEL SENSIBLE: Se le llama así porque este tipo de piel es más susceptible a factores externos como la luz UV, el aire de la calefacción, aire acondicionado, o el estrés. Si sientes tu piel tirante y te pica, si se enrojece con frecuencia entonces tienes una piel SENSIBLE. Por lo que necesitas cuidados especiales que te brinden alivio y al mismo tiempo te ayuden a ser más resistente tu piel y refuercen la barrera de protección natural.
PIEL NORMAL: Este tipo de piel es más deseado por todos, en la edad adulta muy poca gente goza de ella, ya que es característica de los niños y bebés. Quienes tienen suerte y gozan de esta piel, no presentan zonas con exceso de grasa, tampoco con falta de hidratación, normalmente su piel es suave y firme al tacto, y tampoco presentan barros ni espinillas. Es una piel en equilibrio que conserva la humedad y brillo saludable, ya que tiene una textura mate.
Adriana
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